En este proyecto el objetivo era realizar una renovación de la decoración en las principales estancias de la casa aprovechando la mayor parte del mobiliario existente.

En el salón los clientes querían transmitir un aire sereno y elegante con un punto sofisticado, para ello elegimos una gama de colores en azules, tierra y negro que conseguía hilar el mobiliario y elementos decorativos ya existentes con los de nueva adquisición.

Retapizamos ambos sofás en terciopelo con tonos azules, lacamos la mesa de centro en color negro y colocamos una escultura mural en la pared principal del salón. Con el ánimo de encuadrar la zona de estar creamos una simetría con mesitas auxiliares de Notre Monde y dos lámparas de cerámica en color mostaza que aportaban un toque de luz y color, separando así esta zona del comedor.

En el comedor añadimos una lámpara colgante de importante tamaño y una obra abstracta de la artista Covadonga Tellaeche aportando color y fuerza a este espacio.

En el dormitorio principal impera la calma y la femineidad gracias al color coral y a una gama de arenas y grises. Hemos incorporado un nuevo cabecero de inspiración francesa, una ligera lámpara de mimbre de Indonesia y retapizado la butaca. Especial importancia tiene la renovación de toda la ropa de cama en consonancia con las cortinas de herencia familiar con un gran valor sentimental para la clienta.

Las dos habitaciones de las niñas se han renovado manteniendo los papeles pintados de Gancedo, incorporando cortinas confeccionadas a medida con una tela alegre y atemporal. Además en una de las habitaciones se han recuperado muebles castellanos dándoles un toque juvenil y positivo con pintura Chalk Paint de color blanco antiguo.

Con estos cambios los clientes tienen la sensación de haberse mudado a un nuevo hogar.