En esta ocasión el cliente nos encargó un proyecto 360: Diseño, reforma y cambio de imagen corporativa.

Nos  pusimos manos a la obra tomando como inspiración la esencia personal de la propietaria, una gran profesional cuya vocación de atención al publico destacaba por encima de todo y se traducía en multitud de detalles, destacando la calidez y personalización en el trato al cliente. Desde el primer momento nos transmitió que no quería un ambiente frío e impersonal, sino un negocio donde el cliente se sintiera especial.

Comenzamos por redistribuir el espacio para dar un mayor protagonismo a la zona de producto, convirtiendo un gran mostrador que ocupaba toda la farmacia en mostradores de caja y atención al cliente ligeros y funcionales, posibilitando así una zona de tránsito con estanterías en donde el cliente podía ver el producto con comodidad, además de un punto de atención al cliente de cuidado personal.

Creamos dos grandes escaparates para campañas estacionales y que al mismo tiempo posibilitaban la vista del interior de la farmacia desde la calle, invitando al transeúnte a entrar y visitar la farmacia. No podemos olvidar destacar los maravillosos escaparates que realiza Rosa, la propietaria,  no hay temática que se le resista: Navidad, campaña de gripe, lucha contra el cáncer de mamá..es toda una artista.

Reorganizamos el espacio de rebotica creando un nuevo despacho con muebles a medida con el mismo diseño que la farmacia, necesario para atender visitas y con espacio para adminsitración.

De esta forma la farmacia se llenó de luz y amplitud: Realizamos un proyecto de iluminación ubicado en un nuevo falso techo practicable, reubicamos instalaciones , diseñamos muebles a medida (gracias Mondema Artesanos), revestimos las paredes de papel pintado en un tono cálido ocre dorado y colocamos un suelo de alto tránsito pero con aspecto vintage.

El cambio de logo corporativo corrió a cargo  de Lourdes Peralta Vega con caligrafía Copperplate. Desde el principio pensamos en que este tipo de letra se identificaba con la propietaria, una persona con gusto por las cosas como se hacían antes: despacio, con cariño ¡¡¡y buena letra!!!!

Por último quisimos incorporar un pequeño jardín vertical de planta natural preservada que recibiera al visitante con la energía positiva de la naturaleza y que al mismo tiempo cumpliera los estándares de higiene de una farmacia.

¡¡Gracias Rosa de FarmaDurán por confiar en nosotros!!