Conocer la tienda de antigüedades y objetos decorativos de Sandra es sumergirnos en un precioso espacio ubicado en una de las calles recientemente elegidas por el New York Times como una de las doce mejores de Europa para vivir, la calle Zurbano, en Madrid.

Donde mejor que en esta calle para desplegar antigüedades exquisitas y tesoros de almoneda, junto con objetos decorativos delicadamente elegidos. La sensación es como si entráramos en el salón de una buena amiga repleto de bellos objetos de diferentes épocas sabiamente combinados, en un espacio con una atmósfera envolvente y especial.

Desde muy pequeña estuvo sumergida en el mundo de las antigüedades de la  mano de su madre, una amante de las cosas bellas. Rodeada de maravillosos objetos decorativos desarrolló una sensibilidad innata hacia los objetos con historia, testimonios mudos de una época pasada y a la vez de rabiosa actualidad.

Lo primero de todo Sandra, ¿por qué el nombre de Verde Gabán?

Mi socio es propietario de una tienda de antigüedades en el Rastro de Madrid, Barataria. Hace referencia a la ínsula de Barataria, de la cual es nombrado embajador Sancho Panza en la gran obra Don Quijote. Le hacía mucho ilusión que nuestra tienda llevara como nombre alguna referencia a dicha obra, por lo que el nombre elegido fue Verde Gabán, en referencia al «caballero del verde gabán», el hidalgo don Diego de Miranda, único personaje que habla bien de Don Quijote y le da aliento. Así que pensamos ¿por qué no?, a lo mejor conseguimos que nos de aliento y buena suerte al negocio (risas).

¿Cómo te iniciaste en el maravilloso mundo de las antigüedades?.

Yo vengo del mundo de empresariales y estuve inmersa laboralmente en el ámbito del negocio familiar. En un momento dado, tras mi formación en arte moderno en Londres, en Christie’s, decidí lanzarme y empezar a vender objetos que procedían de mi familia en ferias de desembalaje. En seguida empecé a estar presente en las ferias de Modas Shopping, Feria de Almonedistas y DecorAcción. Sin embargo, constaté que era conveniente abrir un espacio físico. Casualidades de la vida la persona que exponía a mi lado en una feria de almoneda era Roberto, mi actual socio. Y así es que como nació Verde Gabán. En el fondo somos un tándem con una perfecta compenetración.

¿Qué nos ofrece Verde Gabán?

No me limito solo a vender sino también a asesorar cuando doy con clientes dubitativos que no logran situar en su casa un mueble u objeto que ven en la tienda y del que se han enamorado. Para mí es un logro que entre gente joven en la tienda y que despierte en ellos interés por un objeto que se encuentra lejos de lo ofrecido por grandes cadenas como Ikea. En este sentido pongo todas las facilidades para que puedan adquirir un objeto de diseño. Otros ámbitos donde están presentes nuestros objetos son en inauguraciones de negocios o eventos, producciones de fotos y rodajes para los que nos solicitan el alquiler de nuestros muebles.

¿Cuáles son tus estilos favoritos?

Huyo de tener todo bajo un mismo estilo. El estilo es diverso. Puedes encontrar objetos más atrevidos, muebles de manufactura clásica, esculturas y pintura. Me gusta ofrecer en la tienda objetos que personalmente me fascinan y me crean un sentimiento. Las cosas tienen su sitio y a veces hay que arriesgarse para obtener un resultado final coherente y a la vez  impactante. En el fondo puedes asesorar a un cliente pero también entender el estilo propio que él ha definido o busca crear en su casa. Las casas tienen que estar vivas y evolucionar contigo.

¿Piensas que el mercado de las antigüedades ha evolucionado?

La crisis ha provocado que haya acabado en parte el mundo de las tiendas de antigüedades con precios astronómicos. Se ha buscado otro nicho de mobiliario y es el motivo por el que el mueble más asequible como el industrial, el mueble vintage o el mueble reciclado han entrado tan fuerte. Un ejemplo claro son los bancos de carpintero. Son utensilios que hace años jamás se hubiera pensado utilizarlos como mobiliario en una casa y que en la actualidad, recuperados, personalizados y con objetos decorativos adecuados lo convierten en una pieza impactante.

¿Cual dirías que ha sido el balance en este casi primer año de funcionamiento?

El balance es muy positivo desde nuestra apertura en el mes de Noviembre de 2014. Nuestra difusión es además de nuestra escaparate físico las redes sociales como Instagram, Facebook y Twitter. Me ha ocurrido que personas que han visto fotografías de un producto en Instagram se han puesto en contacto para finalmente comprarlo.

¿Qué piezas recuerdas de manera especial?

Tuvimos unos dragones modernistas de cerámica maravillosos, procedentes de unas balconadas en Barcelona. Otra pieza que me encanta, y que tengo actualmente en la tienda, es una mesa cuya tapa original de ónix provocaba un efecto final de difícil salida. Vendida la tapa, decidimos colocar un sobre de hierro pintado en negro, lo que ha dado lugar a un objeto decorativo de gran belleza y mucho más ligero visualmente.

¿Qué es lo más gratificante de tu profesión?

Tienes contacto con todo tipo de gente, clientes y decoradores. Es una actividad con un contenido muy cambiante, que varía constantemente y siempre hay cosas nuevas y diferentes. Pequeños tesoros que llegan y se van. Es muy gratificante ver como cada mueble, cada objeto, está destinado a un comprador que se convierte en su nuevo dueño. Me encanta ir a las ferias, realizar exposiciones en la tienda -la más reciente es la realizada con la obra de la pintora Pipía Marzo- y talleres. El último que hemos celebrado ha versado sobre el arte de la caligrafía.

¿Qué consejos darías a un comprador que se inicia en el mundo de las antigüedades?

Que siga su instinto y que se deje aconsejar. Al final tú eres el que vives con tus cosas. !Me llena de satisfacción que entren en la tienda y decidan invertir el dinero en un objeto en vez de salir a cenar esa noche! (risas). Me hace mucho ilusión que se inicien en este mundo, que decidan regalar un objeto o antigüedad para un cumpleaños o la boda de un amigo como algo totalmente personal.

¿Te ha influido alguien en tu gusto?

Mi madre sin lugar a dudas, por su gusto exquisito personal y por su ayuda en la tienda cuando acabamos una feria y tenemos que reubicar los muebles y objetos. Encuentra el lugar perfecto para cada objeto y para cada mueble. Cuando viene a mi tienda me reubica los muebles, ¡y yo encantada! (risas).

Muchísimas gracias Sandra por habernos atendido. Es como si hubiésemos tomado un café compartiendo nuestras inquietudes y emociones por el mundo de las antigüedades y en definitiva por la belleza de las cosas. Que deciros que os recomendamos a todos que visitéis este maravillosa tienda, donde estamos seguras encontraréis ese objeto que dé a vuestro hogar un toque diferente y delicioso.

Autor: Ana Palomares Salvá

Fotos: cedidas por Verde Gabán

Verde Gabán

C/ Zurbano, 4. 28010 Madrid

Tel.: 911 730 602

info@verdegaban.com1