Una casa en el campo
No hay nada como una casa antigua en el campo: aire libre, sensación de vacaciones eternas, tiempo que pasa muuuy despacio…..y lo mejor de todo: un diamante en bruto con muchas posibilidades de reforma.
Las ventajas de transformar una casa que no se tiene que adaptar a nuestro día a día son muchas, sobre todo el que podamos prescindir de la funcionalidad y hacerla más a capricho.
Y así es como Macarena y Pepe concibieron su casita en el campo en la provincia de Badajoz (mi tierra como ya muchos sabéis): cómoda, divertida y por encima de todo a su gusto, claro.
La amplia planta inferior tiene sala de estar y dormitorio, ideales para esas calurosas tardes de verano (absolutamente TODAS en en el verano en Badajoz), en las que uno quiere estar a la sombrita leyendo un buen libro o haciendo absolutamente nada de nada ahhhh, esas tardes.
No podían faltar en la decoración esas amigas de las que ya hablamos en nuestro blog «Decorar con Damajuanas«, no hay una casa en Badajoz en la que no luzcan así de bonitas
Upss olvidé enseñaros la entrada, perdonadme, estoy tan emocionada por enseñaros la casa que casi vulnero las normas más básicas del buen anfitrión:
Primero: RECIBIR. Una buena entrada acoge al visitante y le dice: Bienvenido, estás en tu casa
..Ponte cómodo, deja el sombrero..el abrigo no, que no hace falta con estos calores..(por estas tierras tenemos una forma peculiar de expresar los diferentes grados de calor, las calores es el nivel superior..hasta ahí el calor, la calor y los calores son niveles soportables)
Segundo: AGASAJAR. Ofrecer un pequeño refrigerio para mitigar el sofoco del exterior es el siguiente paso para que nuestro visitante esté preparado para disfrutar de una velada inolvidable (esto me ha quedado muy Preysler, aunque en verano ya sabéis que los Ferrero Roché no se venden, así que habrá que ofrecer otra cosa)
Y llegando a la planta superior ..Tachaaan¡¡¡¡¡ no podía resistir más para enseñaros la estrella de la casa: Las puertas de vidrieras recuperadas y transformadas en correderas que separan cocina y comedor/sala de estar y bueno ..también Chocolate (pronunciado Chocaleit, que es muy British él): el perro de los dueños.
Chocoleit es el complemento perfecto a cualquier modelito que te pongas, reíros, pero yo me he sacado fotos con él y parece que voy a Ascott con William y Kate
El comedor de líneas mid century , herencia de sus padres y comprado en los años 60, le da un punto «moderno» y ecléctico a la decoración de la casa que exceptuando la entrada es de estilo más costumbrista. Impresionante el juego de aparador, mesa y sillas.
Para el suelo optaron por lo que allí llaman «cemento fino», que es básicamente un cemento sin pulir, aplicado a llana y muy rústico, otra de las ventajas de una casa en el campo.
El resto de la estancia es una agradable zona de estar donde también puede llegar el invierno, que no nos pillará desprevenidos con esta esta estufa de leña visión y calorcito 360grados.
Nota importante: la mesa camilla aquí la ponemos así de alta por diversas razones: en primer lugar porque la falda de camilla abriga y mucho, en segundo lugar porque suele esconder un brasero (el brasero, el gran enemigo de las piernas) y por último y lo más importante: si queréis una familia unida poned una mesa camilla en vuestras vidas, no hay quien se levante de allí, (ha habido tardes que me he deshidratado por no ir a la gélida cocina).
Las puertas me tienen enamorada, pero seré fuerte y las abandonaré un rato para ir al siguiente paso del manual de buen anfitrión: ENSEÑAR EL CAMINO AL BAÑO…porque somos humanos oye, que luego hay gente muy tímida que no se atreve a preguntar y pasa lo que pasa.
Baño: Pasillo, primera puerta a la derecha antes de las escaleras..
Abres la manecilla..
Y este es el baño: azulejos blanco metro y encimera de madera.
Propongo una adivinanza: ¿Que ha estudiado la propietaria?
Está clara mi debilidad por las puertas antiguas, los cristales esmerilados fueron injustamente ninguneados durante muchos años, afortunadamente parece que empiezan a ser devueltos al lugar de honor que les corresponde. Los he visto hasta en mamparas de diseño en firmas de postín
Como parece que ya va cayendo el sol, podemos salir a tomar el fresco a ese lugar maravilloso donde generaciones enteras sin distinción de sexo, ideología o religión, han sacado la silla al final del día…EL PATIO..Por fin algo que nos une además de las campanadas de fin de año.
Siempre me pasa, vuelvo a mi tierra y me acuerdo de tantas cosas, esos días de verano en los patios fresquitos regados con manguera…Aunque en esta ocasión refrescó un poco y nos sentamos en torno al brasero
Gracias a nuestros verdaderos anfitriones, Macarena y Pepe, que día más completo en mi tierra, Badajoz, un lugar al que volver por su comida, por su vino, por sus casas, por sus cielos infinitos, por tantas cosas…pero sobre todo por su gente y su arte de recibir.
Autor y Fotos: Carmen Pérez Díaz
The Numen Studio
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