
Una puerta entre dos mundos
Sin duda una de las zonas más conocidas de Madrid es la puerta de Alcalá, la que fuera una puerta de entrada y salida de la ciudad, es ahora uno de los monumentos más céntricos, y a mi parecer, un símbolo de la transformación de la sociedad.
Tras padecer un pasado convulso, ha pasado a ser protagonista de numerosas manifestaciones artísticas y culturales (la última en el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín), una puerta a la esperanza y un símbolo de que, si bien, poco a poco, vamos aprendiendo del pasado para ir hacia un futuro mejor.
Con permiso de la SGAE vamos a utilizar la letra de la famosa canción que todos hemos cantado alguna vez (a voz en grito, seguro) para presentaros esta magnífica vivienda situada en sus inmediaciones “Mírala, mírala….” Tras su puerta también “Conviven pasado y presente”.
Si como en un juego de magia, os dijera: “Cerrad los ojos e imaginaos lo mejor de ambos mundos”, al abrirlos, veríais adivinados vuestros pensamientos. En este edificio, gracias a una reforma en donde se han respetado elementos antiguos (como el impactante portón de entrada que da paso al que fue patio de carruajes), se han diseñado varios dúplex con una distribución moderna y el máximo nivel de confort.
Cruzamos la puerta para ver el interior de nuestro sueño con todo lujo de detalles…. El salón, diseñado con un concepto de espacio abierto a la cocina y al hall, tiene la posibilidad de aislarse totalmente con unas puertas correderas que van de suelo a techo.
La carpintería exterior, es nueva, pero nos retrotrae a otros tiempos en donde todo se hacía más despacio. ¿Serían maestros en el arte del mindfullness, o del Movimiento Slow? o simplemente se tomaban su tiempo y le ponían cariño…
Para la decoración se han elegido muebles en tonos neutros, la mayoría de “Homes in Heaven”, un mobiliario que una vez más representa ese encuentro entre pasado y presente, un diseño clásico de apariencia atemporal, pero con un toque vanguardista y funcional, en suma, se puede adaptar a cualquier tipo de estancia y de estilo. A mí me recuerdan al mundo de Alicia en el país de las maravillas, donde todo es posible.
Para contrastar este fondo neutro, las paredes están salpicadas del color de los cuadros de Tomás, el propietario, charlamos con él y comprobamos que es un magnífico anfitrión.
Hola Tomás, lo primero felicitarte porque realmente nos sentimos como en casa.
Jajaja, gracias, yo encantado de teneros aquí
Háblanos de tus cuadros, ¿En qué te inspiras para pintarlos?
Mi inspiración son las personas que me rodean y las situaciones que vivo, a ellos dedico mis historias. Eso sí, soy autodidacta, me gusta experimentar libremente, a veces incluso pinto cuadros con mis amigos… La pintura es mi hobby y la utilizo como evasión, me relaja.
Cuéntanos por qué elegiste esta zona para vivir
Siempre he vivido en el centro de Madrid, La Latina, Chueca….. Me gusta tenerlo todo cerca, ir andando a los sitios, disfruto de la vida que se respira en la calle. Además así vienen a verme mis amigos, lo cual me encanta.
Si a todos los tratas como a mí..Seguro que no se quejan
Ja, ja, ja sí, la verdad es que lo disfruto mucho, me encanta abrir un buen vino, algo de picar, una buena conversación en un ambiente relajado, sin etiquetas y que el tiempo fluya a su antojo.
Veo que además te gusta rodearte de objetos singulares
Sí, me gusta mezclar cosas dispares, objetos reciclados, pintados por mí, con mobiliario y complementos de diseño, sin duda es mucho más divertido y enriquecedor.
Eres lo que se llama un coleccionista…
No, lo hago sin pretensión alguna…pero reconozco que me gusta recordar como conseguí algunas cosas, cada una tiene su vida anterior, sus propias experiencias, así es imposible sentirse solo, jajaja
Te gusta la calidad eso sí…..
Cuando compro algo lo primero que pido es que sea de buena calidad y que sea práctico, me gusta la madera, el metal, los materiales de toda la vida, vamos..
Gracias Tomás por acogernos…
Gracias a vosotros, ya sabéis que me encantan las visitas……
Autor: Carmen Pérez Díaz
Fotos: Guillermo Vallverdú
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