El otro día un interiorista me comentó que para él viajar era una inversión, una forma de empaparse de nuevos estímulos y así ofrecer un trabajo de calidad, fresco y creativo…….¿Creéis que hay que viajar para ser un buen interiorista/decorador?.. A veces uno se tiene que “conformar” con los estímulos que encuentras en un pis pas en internet (véase nuestro blog  jejeje). Pero soy consciente de que por mucho que me esfuerce, siempre será un aperitivo de la realidad, no se podrá comparar a  viajar: ver, tocar, oler y en el caso del post de hoy, tomarse luego un arrocito al lado de la playa….

Aprovechando mi visita a Valencia “rapté” literalmente a nuestro anfitrión para que me guiara por su ciudad en una ruta por la Valencia Modernista (estilo de finales del siglo XIX y principios del XX) y Art Decó (años 20 a años 50 aprox), ya sabéis que soy una friki de estos estilos

No hay nada como dejar de mirarse la punta de los pies para descubrir cosas nuevas…A veces me pregunto por qué los arquitectos no ponen alguna curva y más color en las viviendas (ya tengo al gremio de uñas)….bueno, para eso estamos los Diseñadores de Interiores para meter caña ¡¡¡¡Guerra a la escuadra y al cartabón¡¡¡¡¡

Empezamos fuerte con la casa Judía, obra del arquitecto Francisco Guardiola Martínez, cuya obra se define como «ecléctica» y que no puedes evitar mirar

Pero me encantan estos balcones de estilo difícil de definir con cierto aire hollywoodiense y teatral….desde luego era un precursor del estilo Bollywood.

Salir por esta puerta todos los días no admite chandal…… bueno, no sé que admite la verdad, pero me encanta..guerra al blanco y negro.

Otras puertas que me encantaron, ya más elegantes, pero también con su punto divertido

O esta de la casa Ferrer, divina y de la que estaría muy bien salir y entrar con cualquier excusa..

No tengo que deciros que me encantan las puertas…quizás por el misterio que esconden..

Aquí el portero me dejó entrar, orgulloso de que apreciara la belleza de su portería…y mirad que maravilla, las puertas esconden tesoros...y yo hay días que me siento capitán pirata

La ciudad respira modernismo en sus calles……

….y Art Decó

En sus cines con las butacas de tercipelo, como el Capitol (ahora está en alquiler) y el Rialto

En el edificio del Rectorado de la Universidad, ya de líneas más rectas..

O este chalecito que me encantó, esa greca dorada de cerámica que decoraba la fachada era todo lo que necesitaría una estrella de cine…o una decoradora como yo…

Valencia fue capital de la República entre los años 1936 y 1937. Durante este período la ciudad acogió a intelectuales y artistas que fueron cambiando la imagen urbana valenciana. Entre ellos estaban los mejores cartelistas a nivel internacional que exportaron la imagen de una Valencia cosmopolita y en efervescencia. Con motivo de los ataques a Valencia en la Guerra Civil, se construyeron y habilitaron refugios antiaéreos por toda la ciudad, y para que la población los reconociese al oír sonar las alarmas, se rotularon con unas gigantescas letras decó en piedra constituyendo una especie de identidad gráfica.

También ubicado en un edificio modernista de 1917, y reformado en 2006 el hotel Westin, mezcla elementos Art Decó con arte contemporáneo...Al entrar ya percibimos lo que supone estar en un hotel de gran lujo. Por poner un ejemplo para nosotros, los mortales, su habitación «Suite Real» tiene 200 metros cuadrados.

En su interior alberga un jardín Mediterráneo con sillas al más puro star system y cocktail «Sex in the city»…

…que combinan a la perfección con  las esculturas de ositos

Otro clásico de los sofás……….

Y estas sillas donde los malos de las «Las amistades Peligrosas» entrevistan al becario…

…su propia galería de arte no podía faltar….

Salimos del hotel para tomarnos una cervecita en el Mercado de Colón, con sus 30 metros de altura y sus vidrieras de colores, y en donde se han instalado un montón de sitios de picoteo, yo me reservo para el arrocito.

Desde el Mercado Central nos acercarnos a la Estación del Norte, inaugurada en 1917. La decoración es bellísima, repleta de piezas de cerámicas, mosaicos y azulejos con motivos de la huerta valenciana. Especialmente destaca su fachada repleta de naranjas (estaba cantado). En el interior encontramos diversos mosaicos que dan la bienvenida o despiden, a los viajeros en distintos idiomas.

Llega la hora del arrocito en la playa….Me llevo muchas ideas inspiradoras que espero poder poner en práctica, gracias Valencia, y gracias Miguel y Feli, mis super anfitriones, así da gusto viajar.

A disfrutar de la vida chicos, si os gusta el post podéis compartirlo

Autor y fotos: Carmen Pérez Díaz